Catedral de Lomas de Zamora: A 162 años de la piedra fundamental

Se colocó el 16 de diciembre de 1860. Apadrinó la ceremonia el gobernador de Buenos Aires, Bartolomé Mitre. El templo se erigió bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz. Por Federico Gastón Guerra*

A Manuel Antonio Grigera le correspondió la Chacra Nº 12 ubicado en la que hoy es la calle Rivera 842. Allí se construyó en 1822 un oratorio que fue consagrado, en un principio, a San Antonio y luego a la Virgen del Tránsito. “Luego con la donación que Don Victorio Grigera hiciera de dos manzanas correspondientes a su chacra, para levantar un templo, escuela y municipalidad se comenzaron las tareas para llevarlo a cabo. La piedra fundamental fue colocada el 16 de diciembre de 1860 y fue puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de La Paz”, escribe Margarita Casas en “Mujeres y hombres que fundaron Lomas de Zamora”.

Las crónicas históricas rescatan que hasta 1860 Lomas de Zamora dependía de Barracas al Sud y anteriormente al pago de la Magdalena. Luego se concretó la ansiada emancipación y la autonomía municipal, aunque con límites más amplios que los actuales.

Cuentan que el nombre elegido para el templo fue un símbolo por los conflictos entre Buenos Aires y la Confederación tras la batalla de Cepeda. La proyección fue de estilo neo-renacentista que dio nombre al partido que se llamó “Pueblo de la Paz de las Lomas de Zamora”. El 20 de agosto de 1860 se acordó la creación del templo con advocación a la virgen María.

Según el arquitecto y miembro del Instituto Histórico del distrito Luis Carmelo Letizia: “La piedra fundamental fue colocada el 16 de diciembre de 1860 y el padrino de ceremonia fue el entonces gobernador de Buenos Aires, el general Bartolomé Mitre”, se lee en un artículo del periódico Inforegión.

“Los terrenos donde se levantó el templo fueron donados por Don Victorio Grigera y la obra de estilo neo-renacentista fue encomendada a los arquitectos genoveses Nicolás y José Canale -padre e hijo-”, explicó también Letizia.

Rolando Ríos en el portal Temperley web detalla que “el 16 de diciembre de 1860, se decidió que la administración de las obras quedaran a cargo de Esteban Adrogué y George Temperley”. Aquella primera comisión la completaba el canónigo Gabriel Fuentes y los señores Anarcasis Lanús, Francisco Portela, Roque Estévez Correa, Jaime Casalins, Patricio Boockey, Laureano Ramírez y Evaristo Grigera.

En el sitio Todo Lomas se puntualiza: “La primera etapa de la construcción de lo que iba a ser con el tiempo la Catedral de Lomas se llevó a cabo en base a un proyecto de los arquitectos Nicolás y José Canale, que se concretó en 1865. La segunda etapa, que comenzó en 1876, se realizó bajo la dirección de los arquitectos Juan Ochoa y Domingo Selva. El crucero, la cúpula y el actual presbiterio – cuya construcción comenzó en 1898 – quedaron habilitados el 24 de enero de 1900”.

Por su parte el investigador Luis Letizia completa que “Don Esteban Adrogué, por entonces vecino del pueblo, fue quien solicitó a la señora Juana Zorrilla de Grigera la efigie de la Patrona de Lomas de Zamora, que fue encargada en Barcelona a un prestigioso escultor que se inspiró en un cuadro del famoso pintor italiano Rafael Sanzio de Urbino. La escultura representa a una mujer sentada con un niño de pie sobre sus faldas, ofreciéndole éste una palma de olivo”.

La Diócesis de Lomas de Zamora se creó el 29 de junio de 1957 cuando el Papa Pío XII elevó la parroquia a la categoría de catedral. Y ya a fines de noviembre de 1965, el Papa Pablo VI le otorga el título de Basílica.

Matrimonio

Un texto conmemorativo del diario LA UNION destacaba el domingo 4 de septiembre de 1932 los 71 años del comienzo de Lomas de Zamora que “(…) fuera fundada nuestra ciudad con una clarísima visión de porvenir casi inmediato a la zona que se hallaba al sur del riachuelo de La Matanza y conocido por las Lomas de Zamora”. Y de aquella alba de aldea ciudadana surgió algunos años después el primer matrimonio de la región, el 8 de mayo de 1866.

El ejemplar de 1932 evoca aquel momento que quedó sellado en la historia con el estilo de la pluma de la época: “Acudieron al altar, en el anhelo de bendición del nuevo hogar que querían constituir la señorita Virginia Blanc y den Angel Frediani, jóvenes que en su afán legítimamente amatorio ponían a los ojos del mundo la forma cómo habría de seguir labrándose la nacionalidad argentina, a base de seres de todas las razas y de todos los pueblos, ya que la primera unión se hacía entre una bella hija de las Galias y un italiano”.

*el autor es periodista, escritor, investigador e historiador

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